La reunión con el cliente ha terminado. Tenemos un briefing sobre la mesa y una pizarra en blanco. ¿Ansiedad? ¿Horror vacui? Para nada. Nos encanta sentirnos libres para crear y conseguir que el reto que nos planteas se convierta en vídeo.
Con una buena idea entre manos, llega la hora de explotar las posibilidades del guion, de exprimir la tecnología digital para potenciar la belleza de las imágenes y de mezclarlo todo en un combinado cautivador, al servicio de la historia que necesitas explicar.
Es el momento del salto a la pantalla.